Hoy, revisando mis blogs de cada mañana, encontré este post en "Ni libre ni ocupado", uno de los mejores blogs que promueve 20minutos.es, excelente diario español. Tanto me gustó, que lo comparto con Uds.:
"El millonario y Cortázar.
Al alcanzar el acceso a su mansión de interminables setos, en el epicentro de La Moraleja, el usuario me dijo:
- ¿Le importaría entrar? Aun queda un buen trecho hasta la casa, y con las maletas...
Entonces sacó de su cartera (de piel de prepucio de ballena, supuse) un mando a distancia y, al accionarlo, se abrieron dos enormes puertas verdes (a juego con el color de los ojos de su señora esposa, supuse).
Giré despacio para luego atravesar un camino asfaltado de unos 300 metros secundado por su correspondiente hilera de árboles frondosísimos y estupendos. Detrás de los árboles pude distinguir un jardín que parecía no acabar nunca, y más allá una piscina más que olímpica con forma de algo que sólo se podría distinguir a vista de pájaro.
Al fondo, un par de jardineros trabajaban atusándole el cabello al césped.
El camino moría en una rotonda cual plaza de toros (sin toros, pero con un Aston Martin, un Jaguar y un Audi aparcados en línea). Y en el centro de la rotonda, como no podía ser menos, una fuente con su par de chorros (como homenaje a los pezones de su señora esposa, supuse).
Después de todo aquel despliegue vegetal se alzaba, al fin, una mansión de tres plantas, a diez ventanas por planta (viento en popa, a toda vela...), con su entrada escoltada por cuatro pilares de mármol, su escalinata blanca y virgen, y unos enormes macetones a cada lado.
Al bajar y abrir el maletero para sacar sus dos maletas (de piel de párpado de koala, supuse), el muy cabrón soltó no exento de mofa:
- Qué... ¿envidia?
- ¿Envidia?. Yo nunca envidio a quien no conozco de nada, caballero. Que pase un buen día.
Al marcharme pensé en la envidia, ¿qué es la envidia?, ¿a quién envidio?, y de súbito me vino la imagen de Julio Cortázar. De Rayuela.
Recuerdo la primera vez que leí ese famoso capítulo 7 ("Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca..."). Recuerdo que, al terminar de leerlo, cerré el libro con furia y solté en voz alta:
- ¡Qué hijoputa!
Así entiendo la envidia. ¿Para qué podría necesitar siete cuartos de baño por planta si pudiera escribir libros como ese? ¿Quién coño necesita siete cuartos de baño por planta y una piscina con forma de Ñu? ¿Habráse visto semejante horterada?."
Una nota isleña: Aterrizando la idea, no soy ET ni nada por el estilo. Parto de que este socio tiene las cosas cotidianas y básicas garantizadas y asumidas... y algo más. Resumiéndoles, me gusta el beso, pero teniendo el peso indispensable para vivir. Ni más ni menos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Está bueno el post...que es verdad, que pa qué hacen falta siete baños, que con un par de ellos se resuelve, y la piscina puede ser cuadrada, ja,ja no, este tema es demasiado serio para tirarlo a broma...toda la vida buscamos el equilibrio entre lo material y el valor espiritual, cuando es suficiente lo primero es posible buscar lo segundo, a la inversa, chungo...supervivencia
es eso, Betty, en esto es como en todo lo demás, hace falta un balance, ni excesos ni carestías. Que cada cual tenga lo necesario para vivir decorosamente, ni más ni menos... y saber apreciar la poesía que existe en la vida misma: en una canción, en un libro, en una película, en una flor, en una paloma, en un parque, en un niño... en todo uno puede encontrar poesía con el ánimo adecuado, claro.
Publicar un comentario