Por eso me había quedado pensando qué podría hacer para conciliar ambos intereses, aparentemente antagónicos, y de repente me acordé de este relato corto que leí en el "Libro de los Abrazos", un libro sencillo e insuperable de ese otro escritor mayúsculo que es Eduardo Galeano.
El arte y el tiempo
Quiénes son mis contemporáneos? - se pregunta Juan Gelman. Juan dice que a veces se cruza con hombres que huelen a miedo, en Buenos Aires, París o donde sea, y siente que esos hombres no son sus contemporáneos. Pero hay un chino que hace miles de años escribió un poema, acerca de un pastor de cabras que está lejísimos de la mujer amada y sin embargo puede escuchar, en medio de la noche, en medio de la nieve, el rumor del peine de su pelo; y leyendo ese remoto poema, Juan comprueba que sí, que ellos sí: que ese poeta, ese pastor y esa mujer son sus contemporáneos.(No es mucho, pero creo que le servirá a ella para enderezar su día...)
2 comentarios:
seguro...
hay también hombres que huelen a verdad
hola, Sabrina...
pero estoy seguro de que tales hombres actúan así porque _y que me perdone Sabina por robarle la frase_ "hay mujeres que tocan y curan, que besan y matan" y, además, porque "hay mujeres capaces de hacerme perder la razón"...
con un saludo
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