lunes, agosto 25, 2008

"El" viaje vacacional 2008 (2da. parte)

Bueno, ya les comentaba en la primera parte de esta entrega que a partir de aquí el viaje será menos gráfico, al menos sin fotos tomadas por mí en el viaje este, porque la cámara falló cuando más necesaria era... pero intenrtemos continuar el viaje sin ella...

Después de salir del Mirador del Valle de los Ingenios, donde nos habíamos quedado en el relato anterior y un lugar de recomenada parada en la carretera que une las villas de Sancti Spíritus y de Trinidad, casi llegando a esta última, y con los ojos inundados de tanto verdor nos fuímos directo a Trinidad, porque aún quería enseñarle a mi tropa el casco histórico al caer la tarde. Y nos fué bien, había una magnífica luz y muchísimo menos calor en el momento en que paseamos por primera vez por todas esas callejuelas de piedras lisas por el paso de los siglos... aún había vida y muchísimos turistas caminando por esas callejuelas, aún estaba abierto el mercadillo de artesanías de todo tipo en una de esas callejuelas trinitarias cercanas al parque del centro histórico, aún abiertas de par en par muchas puertas que dejaban avizorar unos patios exquisitos, llenos de luz y verdor, muestras de una pasada exhuberancia y riqueza que la hizo destacar entre las villas de la Cuba colonial. Aún a esa hora están llenas la Casa de la Trova, el Bar La Canchánchara o las varias terrazas que aprovechan el buen tiempo reinante y que casi te obligan a tomarte una cerveza o un coctel envuelto por ese entorno de singular belleza arquitectónica y ambiente tan relajado.

Trinidad en esta época del año está completamente llena de turistas _entiéndanme bien, casi todos extranjeros, pero también unos cuantos nacionales como nosotros_ y casi no hay disponibilidad de habitaciones en los hoteles de la ciudad o de la península de Ancón, que está al lado mismo de la ciudad, y las casi 1000 casas con licencias de alquiler de habitaciones por el mismo camino... esa situación de mayor demanda que oferta por poco nos juega una mala pasada pues nosotros estábamos en "la bobería" de hacernos los turistas por la zona histórica de la ciudad y no fuímos directo a la casa que teníamos reservada desde antes y, cuando llegamos a esa casa como a las 9 pm la señora ya la había alquilado a unos catalanes que llegaron deseperados por no encontrar hospedaje en toda la ciudad... por suerte la muchacha se comprometió con resolvernos otra y empeño puso en ello _me consta, tuvo que ir como a 7 u 8 casas a ver si conocían a alguien que estuviese libre esa noche_ hasta que nos consiguió una casa en uno de los extremos de la ciudad pero con mejores condiciones para quedarnos un par de noches... en resumen, pasamos un buen susto... ya nos veíamos durmiendo todos metidos en el Lada!!!... :-(((

Después de ese susto "habitacional" cerramos las actividades turísticas del día hasta la mañana siguiente en que salimos temprano hacia Topes de Collantes, lo cual se hace tomando la carretera que va de Trinidad con Cienfuegos y desviándonos a unos 3 o 4 kilómetros de la salida del pueblo, justo después de pasar el monumento que recuerda el lugar donde los "alzados" asesinaron a Alberto Delgado Delgado, el famoso Hombre de Maisinicú (¿quien no recuerda esa película y el tremendo dúo actoral de Sergio Corrieri en el papel del agente del G-2 y Reynaldo Miravalles en el papel del jefe de la banda de alzados?). Eso sí, para los que hacen el viaje en cacharritos como el mío, lleven mucha paciencia y un tanque de agua de reserva, porque la loma se las trae de lo empinada que es!!!!... tanto que, ya casi llegando al Mirador (que es el punto más alto de esas montañas frente al Mar Caribe) el pobre Lada tenía la temperatura casi en el punto de ebullición por lo que, así que decidimos hacer un alto en una curva con unas vistas preciosas del valle entre las montañas, el mar, la ciudad, la península de Ancón... Después, ya con el carro fresco nuevamente, llegamos hasta el mirador y nos encaramamos en el techo, que es el mejor lugar para hacerlo y desde donde se disfrutan de unas vistas aún más hermosas de toda esa zona... Ahí mismo hicimos una compra de mamoncillos y plátanos manzanos maduros que vendía un guajiro allá arriba y seguimos hasta el pueblo de El Chorrito, aproximadamente a 1 km. del Kurhotel, en la cima de Topes de Collantes. Fué en este lugar donde parqueamos y nos fuímos a hacer senderismo por las montañas, tratando de encontrar un río y una cascada que nos habían recomendado con mucho énfasis... y que, después de seguir todos las marcas de las riadas de las lluvias recientes en esas lomas, dimos con el río como a los 2 kms de monte, pero el tan alabado río era de tan poco cauce que mis hijos por mucho que se quisieron bañar no lograron que el agua las tapase el cuerpo entero!!!... por cierto... QUÉ FRÍA ESTABA ESA AGUA!!!!!... ;-)

Después del mediódía decidimos levantar el campamento y emprender el descenso hacia la ciudad, previa parada en el monumento al Hombre de Maisinicú, la ensenada y el embarcadero que hay en ese sitio. Eso fué rápido porque aún queríamos dedicar la tarde a recorrer la mayor cantidad de museos posibles en Trinidad, cosa que hicimos bajo un sol asesino, al punto que agreadecíamos llegar a cada nuevo inmueble colonial para refugiarnos bajos sus altísimos y frescos puntales. Resumiéndoles, esa tarde hicimos la ruta turística clásica: el Museo Romántico, el Museo de Arquitectura, la casa Iznaga, el Museo de la Lucha contra bandidos, otra vez al mercadillo de artesanos, de tejedoras de macramé, de sombreros de yarey y otras fibras vegetales (ay!, las mujeres!!!!... ;-))) Todos salimos impresionados de lo bonitas que eran las casas en aquella zona de la ciudad cuandola colonia, de lo amplias y hermosas que eran, de la riqueza de la que alardeaban los patricios criollos de aquella zona.

Y, de colofón a un día intenso y bien aprovechado, como a las 6 pm cambiamos el vestuario y nos fuímos hacia las playas de la península Ancón, a la zona de los hoteles de playa: Ancón, Mar del Sur y Trinidad del Mar... qué rico estaba el mar a esa hora!!!!... calentico!!!!... ya no había tanta gente en la playa a pesar de ser pleno verano, por cierto, unas playas que no tienen nada que envidiarle a las de la costa norte, derrumbando el mito ese de que nuestras playas de la costa sur son menos placenteras que las de la costa "de arriba"... allí estuvimos hasta que vimos una de esas puestas de sol que sólo se recomiendan ver debidamente acompañados porque inspiran y, como a las 9 pm, tomamos el camino de regreso a Trinidad, a reponer fuerzas, que al día siguiente había otro paseo extenso y creemos que también interesante por el sur de nuestra isla...

Pero ya esa parte se la contaré en el próximo capítulo... ;-)






















PD.- Casi todas las fotos las he tomado prestadas del sitio www.soypoeta.com, que al parecer ha hecho un viaje por la zona muy cercano a mis intereses y búsquedas estéticas e históricas... Gracias a ellos por su magnífico reportaje gráfico de la zona.

6 comentarios:

Iván dijo...

Tremendo tour que metiste!!!. Los chamas deben estar super complacidos. Ahhh, pasa por el blog que dejé algo por allá

Sofia dijo...

¡Hola! Esta es la primera vez que visito tu blog ... que tu viaje me recuerda a mi que hice en mayo de 2007. La hoja de ruta es la misma,villas de Sancti Spíritus y de Trinidad, despues a Topes de Collantes,maravilloso!
La playa de Ancón, me encantó!
Este viaje de regreso a mí muchos recuerdos y quiero volver!

Usted está en La Habana?

También me encantó La Habana ... en realidad, lo que me gustaba aún menos es Varadero, y no la 1 ª vez que fui a Cuba (en el trabajo)me quede en hotel - Resort, otras veces nunca fue en el resort, incluso en Varadero quedé en una casa privada. Por lo tanto, vale la pena viajar!

Sigue a escribir.

Besos de Portugal con gran amor por Cuba!:)
Sofía

El isleño dijo...

Hola, Sofía...

Sí, vivo en La Habana y es cierto que ese es un viaje lindísimo... realmente de La Habana fuímos hasta Santa Clara, una ciudad muy bonita en el centro de la isla, de allí fuímos a Trinidad, cruzando las montañas del Escambray y regresamos, varios días después, por la ciudad de Cienfuegos, la Ciénaga de Zapata, Playa Girón, Guamá y La Habana nuevamente... normalmente me gusta salir a recorrer la Isla, sin mucha complicación, viviendo en las casa de la gente, compartiendo con ellos sus días.. es una experiencia increíble!... si, claro, a Varadero voy todos los años aunque sea un par de días, aunque yo vivo al este de La Habana, muy cerca del mar, o sea, casi todo el año tengo la posibilidad de irme a la playa o a la costa... el mar me resulta un elemento vital...

El isleño dijo...

por cierto, si alguna vez te vuelves a llegar a nuestra islita, escríbeme antes y damos una vuelta por la _mi_ Habana... será un placer!!! :-)

Sofia dijo...

Gracias Isleño...claro que cuando regrese a Cuba (sí, porque voy a volver), me siento muy feliz de visitar La Habana para "tus ojos":)

El isleño dijo...

serás bienvenida!!!...

un saludo, isleño siempre...