La costa...

Una de las ventajas de vivir en La Habana es que convivimos de forma permanente con el mar.

Es como un amigo entrañable, de esos que nos ayudan cuando queremos conquistar una muchacha o, ya conquistada, de los que nos facilita temáticas como para mantenerla "embrujada", o _también_ de esos que nos ayuda cuando estamos en baja, que nos aguanta nuestro mal caracter, tranquilo, sin decir nada, como si supiera que nuestro encabronamiento no tiene ná que ver con el...

Ayer me llevé a los niños para la costa... ya eran pasadas las 6 pm y no regresamos antes de las 0830 pm... el agua estaba perfecta a esa hora, ni muy fría ni caliente, no tanta gente luchando el pedacito de "diente-de-perro" donde uno quiere tirarse al mar... y, sobre todo, a esa hora uno puede ponerse a soñar frente al mar, nadie te molesta... si, además, tienes un MP3 que te filtre alguna melodía de esas que remueven el alma (y el almanaque), se llega a un estadío casi de levitación yoga... uno flota...

ya saben que tengo la manía de ir a todos lados con la cámara. Aquí les dejo algunas fotos del rato que les cuento. no es lo mismo que verlo en persona, pero les puede trasmitir una idea de lo que les comento... ¿a quien no le gusta esto?...