Es pésima la conexión a la red en mi isla en estos días (tendré que hablar con los pocos que quedan con acceso al Kazaa o al E-mule, pues están ocupando todo el ancho de banda en desgargas de peliculas... tienen que hacerlo a otra hora o perdemos el vínculo con el resto del mundo).
me ha sacado de mi aislamiento el midnight post de María... desalambrando con sus guerras y sus pasiones (por cierto, las camas grandes tienen la ventaja _también_ de poder dormir muchos en una sola y darnos calor mutuo cuando falta la cobija apropiada)... y gracias mil, Maria, por linkearme en tu nueva morada.
le susurraba en mi comentario que ese tema, el de las ganas inmensas de alejarse del lugar donde uno nació, que es el día a día para nosotros (hay un cómico cubano muy popular en estos momentos que dice que la única forma de hacer callar a un par de cubanos en una discusión es si en ese momento pasa cercano un avión despegando... dice el que es algo que hace que cualquier cubano interrumpa lo que esté haciendo y mire para el cielo pensando qué hacer para llegar a montarse en uno similar), y también le comentaba que por esas cosas que se arrinconan en nuestro subconsciente, para mi eran situaciones básicamente de nosotros los que habitamos en países subdesarrollados, lo mismo si son cubanos los que se van en una balsa a Miami, que si son mexicanos cruzando a Texas, que haitianos en un bote hubiéndose, o una patera llena de africanos... ciertamente me asombro cuando leo que a veces personas que viven que países que supuestamente lo tienen todo (pagándolo, es cierto, pero lo tienen), también tienen ganas de largarse a otro sitio.
Soy sincero si les digo que más de una vez (quizá con demasiada frecuencia) me ha asaltado la idea de acabar de largarme de este país, casi siempre me pasa cuando choco con alguna arbitrariedad o regulación rígida o con algún funcionario, de esos que se especializan en obstaculizarle la vida a los demás... ¿que me lo ha impedido?.
Creo que, en primer lugar, sentirme que si me voy nunca podré cambiar esto, que sería como renunciar a aquellos ideales que me inculcaron desde que gateaba... Si, lo reconozco, muchísimas veces se me aprieta el pecho cuando veo que algún compatriota gana en cualquier deporte (y no soy aficionado a ninguno), o que Silvio (¿tengo que precisar que es Rodríguez su apellido?) llena el estadio de Santiago de Chile o cuando voy caminando por cualquier ciudad, en otros países, y veo niños vendiendo periódicos en los semaforos y comparo (nos inculcaron desde la cuna a comparar, es parte de ese chovinismo innato que tiene cualquier cubano nacido después del '59) con los de mi ciudad y, aquí, no los hay... es entonces cuando mejor comprendo que aquí hay cosas muy jodidas, pero también cosas buenas; que aquí hay temas oscuros y deslumbrantes... muchas veces me pregunto y me digo a mi mismo, "si me voy, ¿quien enderezará esto?, ¿a quien le corresponderá fajarse para que tengamos nuestro espacio, nuestra libertad individual?... no voy a pecar de ingenuo, somos de una generación que piensa _es lógico_ diferente a los que hicieron esta revolución los primeros 20 años. Dijo Marx que el Estado no es más que el instrumento por el cual una clase social detenta el poder sobre las otras... pues en el caso Cuba, nuestros padres (los que detentan el poder político), creyendo sinceramente que ceder un ápice puede traer consigo la pérdida de las principales conquistas de nuestra Revolución (aquella que volcó a las calles a millones de personas agradecidas de la llegada de los "barbudos"), no se percatan que están sencillamente pasando por encima de aspectos básicos en la vida de cualquier ser humano, ¿qué leer?, ¿qué escuchar?, ¿qué decidir con nuestra vida?,... por eso son las marejadas humanas que abandonan la isla en aquellas esporádicas aperturas de fronteras como la de las balsas en el '94 o Mariel en el '80... muchos de esos que se van huyendo, piensan que llegar a otro lugar es solo comenzar a trabajar y "echar pa' lante", no se percatan que posiblemente nunca lleguen a conseguir un HOGAR, que posiblememte la más cruda forma de sentir la soledad es cuando somos "inmigrantes" o "extranjeros", donde hay sistemas sociales desconocidos para nosotros (¿saben lo que es vivir desde que se nace con una cartilla de racionamiento, en muchos casos inutil, porque no te cubre completamente las necesidades básicas?... la primera vez que llegué a un país "normal" me abalancé desesperado a un hipermercado y me pasé horas recorriendo las estanterías solo "degustando" la sensación de poder decidir yo solito qué, como y cuanto comprar), donde tu eres el último que llegó, el último de la fila...
la inmensa mayoría de los que se van hoy de Cuba se van porque necesitan materialmente algo más para vivir (a veces dinero, otras comodidades, otras es la posibilidad de ayudar con el dinero extra necesario para terminar el mes en mi país), muchos, además, se van porque nunca en su vida han podido montarse en un avión y caminar por otras ciudades o países... ¿qué pasaría si pudiesen contrastar la información?, ¿si pudisen salir y volver sin violar ninguna ley migratoria?... también para muchos de nosotros es inaceptable sentirnos discriminados en nuestro propio país, que uno no pueda irse para un hotel un fin de semana a desconectar o tener algo tan sencillo como un teléfono móvil si tienes los recursos para ello, o poder acceder a Internet de forma libre, natural, descontrolada... (no les voy a hablar de la posibilidad de decidir cual canal en la tele ver porque la nuestra es mala, pero al menos cada 10 minutos no nos meten un comercial por los ojos...).
en fin, como se darán cuenta, tengo muchas razones para escapar y, a la vez, tengo muchas más para defender un proyecto que creo, tiene que mejorar obligatoriamente, con la participación de muchisimos cubanos de dentro _somos los que más lo necesitamos_ y de fuera...
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2 comentarios:
amigo, la necesidad es la madre de la invención así como si se limita a alguien, este encontrará la forma de saltarse esos límites.... eso es lo que pasa aquí, que el acceso a la red es con tantas limitaciones, trabas y proxys (para poder seguir las trazas) que se buscan las vías para saltarselos... soy de los que sueño con que esa generación sea la que marque la diferencia, un antes y un después, y corresponde a la mía el señalarles el camino.
un abrazo!
Isleño... un verdadero placer leerte.
Ya he dejado de creer en las casualidades.
Mucho animo
Por la misma razon que comentais se decia que los mecanicos cubanos eran los mejores del mundo... tenian hasta que hacer de torneros para "resolver".
He conocido a gente increible en informatica que han estado "cedidos" aqui en España, recuerdo un equipo que desarrollo algo que decian que no se podia en Bankinter, el agregador de cuantas de otras entidades.
Un abrazo
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